jueves, 2 de julio de 2009

Avenida "En las alturas"


Patria, absurdo,
las tradiciones utilizan continuamente las mismas palabras, giros, triunfalismos: desarrollo de vuestras familias, de vuestras personas, connacionales: Estado nacional, gramática nacional, salud nacional, válvula de e escape nacional, paraíso nacional, himno nacional, traición nacional, fiesta nacional, etc.,
sobre el catedrático: cuando contemplamos a un hombre al que matan de una forma misteriosa, pero cuya muerte no se produce inmediatamente sino poco a poco, sin que el interesado sepa quiénes son sus asesinos, aunque no haya duda alguna de que se trata de una muerte violenta; así pues, cuando vemos a u hombre así, que, lentamente, de forma plenamente consciente, asume la esencia de un muerto, nada puede evitar que yo crea en esa imagen, nadie podrá evitar nunca que vea esa imagen; escribo mi artículo y lo entrego en la redacción, doy un paseo,
durante horas de un lado a otro,
esa gente, cómica, autoengaño: sus contorsiones faciales,
cómo podrían volver a salir de la cárcel en que fueron encerrados,
no queda la menor esperanza,


-Thomas Bernhard, En las alturas (Fragmento)


2 comentarios:

  1. La vigencia de las palabras de Bernhard cobran una actualidad luminosa, reveladora, patétcamente cruel... ¿dónde quedó el derecho a disentir sin correr el riesgo de ser castigados? La violencia y la ignorancia resultan plagas copando la experiencia humana...

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  2. Bernhard es simplemente brillante. Sus ideas sobre la sociedad en general y la educación en particular resultan acertadas, geniales.

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