martes, 7 de diciembre de 2010

Chascarrillos-Literarios-Straße 98 interior. 0

ANTES DE LLEGAR A LA MAR



¿Quién es Ania? La pregunta flota en el aire como yo lo hago bajo el agua. Tomé quince minutos de lo que me restaba de vida para llegar hasta aquí y no sé qué es lo que venía a buscar. Cinco, seis, quizá fueron más los días que medité en hacerlo, quería llegar y ahora me pregunto si tiene sentido, si en verdad lo meditaba o sólo era una idea que rondaba mi cabeza como la imagen de una Ania imaginaria que cada día muta como muta el agua y cada pez que me rodea. Sangre de tiburón que se angustia por no saber dónde escurrir después de la matanza, eso es su nombre cuando ya no importa. Ahora importa la angustia de las madrugadas y las noches embrutecidas para no dormir: café, taurina, fenilalanina, refrescos de cola, ácido acetilsalicílico, música, televisión, todo para mantener divorciadas a mis pestañas que luchan como lo hicieron ayer y antes de eso. ¿Quién es Ania? La llevan en cajas de plástico, en partes, la llevan figuras vestidas de azul que conozco muy bien, que sólo yo veo desde que comencé a viajar al inframundo de esto que no me lleva a nada. Todo y nada, palabras absolutas que no gustan y solo, sólo a mí me sirven para olvidar ese algo que no recuerdo, que me entristece ver sobre el papel blanco. Trato de no dormir pues en los sueños escucho su voz recién salida del vientre de la tierra, la hija de la noche no tiene piedad conmigo. Ahora las sirenas emigraron a la ciudad a torturar a los marinos de traje sastre y por alas usan carmín y por plumas se tiñen el pelo de rojo. Llegué aquí, el abismo más grande de la incertidumbre, a la hora en que el último signo le hace el amor al cenit como yo se lo hice a mi mujer antes de que en cajas también a ella se la llevaran las figuras de azur. Floto como la pregunta ¿quién es Ania? En círculos de vaho llega el canto del puerto que tiene voz de niño asustado, de perro mordido y de soltera extasiada. Tomé mis piernas, una por una y con el monolito de los pecados aceptados descendí al fondo de esta conciencia mía que es tanto nutria como pez espada. ¿Quién es Ania? ¿Será mi esposa, mi hermana, mi hija, mi madre, mi arpía, mi noche, la parodia de mí mismo?

La luna en piscis y yo en su centro.

CAPOV


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